El material llamado linóleo o
linoleum fue creado en el siglo XIX en Inglaterra, patentado en 1863
como revestimiento y aislante para suelos, gracias a sus
características de impermeabilidad, blandura y resistencia debido a
su composición de polvo de corcho, aceite de linaza y gomas y
resinas comprimidas, todo dispuesto sobre un entramado de yute o
arpillera que le da ese característico aspecto en su reverso. Su
éxito fue tan relevante que en poco más de una década la marca
comercial Linoleum
pasó a denominar genéricamente el tipo de material. El hecho de que
su composición sea granular y no de fibras permite que pueda ser
trabajado en cualquier dirección, con una facilidad de corte que es
imposible en la madera.
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Parte trasera de la misma plancha |
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Parte delantera de un linóleo |
Su blandura posibilita una gran facilidad de
trabajo tanto en la incisión con gubias como en el corte con
diferentes tipos de cuchillas, al mismo tiempo que es lo
suficientemente resistente para el trabajo de grabado y el posterior
de la estampación con unos cuidados mínimos. Su uso en el grabado ha permitido que
se desarrollen instrumentos especiales para este material, cuchillas
y gubias de acero prensado fino de multitud de perfiles, que pueden
ser insertados sobre un mango universal y que tienen filos de mayor
durabilidad.
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Juego de cuchillas |
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Mango para insertar las cuchillas |
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